Dictamen de Estación de Servicio (Gasolinera) – NOM-005-ASEA-2016

por | Mar 10, 2025 | Estaciones de servicio, Unidades de Inspección

1. Introducción al Dictamen NOM-005-ASEA-2016

El Dictamen de Estación de Servicio bajo la NOM-005-ASEA-2016 es el mecanismo mediante el cual se verifica el cumplimiento de la Norma Oficial Mexicana NOM-005-ASEA-2016, Diseño, construcción, operación y mantenimiento..

.. mantenimiento de Estaciones de Servicio para almacenamiento y expendio de diésel y gasolinas. Esta norma establece las especificaciones técnicas y requisitos de Seguridad Industrial, Seguridad Operativa y Protección Ambiental que deben observarse en todas las etapas de vida de una gasolinera​. En términos sencillos, cubre desde cómo se diseña y construye una estación de servicio (incluyendo sus tanques, ductos, equipos y sistemas de seguridad) hasta cómo debe operar y mantenerse durante su funcionamiento.

La NOM-005-ASEA-2016 es de observancia obligatoria en todo el territorio nacional para los responsables de estaciones de servicio (tanto de expendio al público como de autoconsumo)​. Fue emitida por la Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) en el contexto de la regulación del sector hidrocarburos, con el propósito de garantizar que las gasolineras operen bajo condiciones seguras y ambientalmente responsables. De hecho, contar con los dictámenes que comprueben el cumplimiento de esta norma es un requisito indispensable para obtener o modificar el permiso de expendio de petrolíferos ante la Comisión Reguladora de Energía (CRE)​. En resumen, el dictamen conforme a la NOM-005-ASEA-2016 es la “constancia de conformidad” de que una estación de servicio cumple con todos los lineamientos de diseño, construcción, operación y mantenimiento establecidos por la normativa vigente.

2. Importancia del Dictamen

El dictamen basado en la NOM-005-ASEA-2016 reviste gran importancia por varias razones fundamentales. En primer lugar, es un instrumento para garantizar la seguridad y prevenir accidentes. Las estaciones de servicio manejan combustibles altamente inflamables, por lo que un diseño u operación inadecuada puede derivar en fugas, incendios o explosiones, con graves consecuencias para las personas y el medio ambiente. Mediante las verificaciones que exige la norma, se asegura que instalaciones críticas (tanques, tuberías, sistemas eléctricos, etc.) estén correctamente diseñadas, construidas y monitoreadas, reduciendo significativamente el riesgo de incidentes. Como mencionan especialistas, el cumplimiento estricto de estos requisitos “garantiza mejores condiciones de seguridad y evita desgracias que pueden costar vidas o daño ecológico irreversible”

En segundo lugar, el dictamen es obligatorio por ley y, por tanto, necesario para la continuidad del negocio de las gasolineras. No contar con los dictámenes de cumplimiento pone en riesgo la operación legal de la estación: las autoridades pueden imponer sanciones severas, que van desde multas cuantiosas hasta la clausura temporal o definitiva del establecimiento, e incluso la cancelación del permiso de expendio​. Por ejemplo, en materia ambiental se ha reportado que operar sin la debida autorización puede conllevar multas de $800 mil hasta $2 millones de pesos y la suspensión de operaciones mientras se subsana el incumplimiento​. Obtener el dictamen a tiempo evita caer en estas situaciones y demuestra ante ASEA y otras autoridades que la estación está en regla. En pocas palabras, es importante porque protege la inversión del empresario (evitando pérdidas económicas por cierres forzosos o accidentes) y resguarda a la comunidad y al ambiente de potenciales daños asociados a una operación fuera de norma.

 

3. Etapas del Dictamen

La NOM-005-ASEA-2016 establece tres etapas de verificación obligatorias a lo largo del ciclo de vida de una estación de servicio, cada una con su respectivo dictamen. Estas etapas son: Diseño, Construcción, y Operación y Mantenimiento. A continuación, se describe en qué consiste cada dictamen:

3.1 Dictamen de Diseño

El Dictamen de Diseño se realiza antes de construir la estación, una vez que se cuenta con el proyecto ejecutivo de la misma. Consiste en una inspección documental exhaustiva, llevada a cabo por una Unidad de Inspección aprobada por ASEA, para verificar que el proyecto de la gasolinera cumple con todas las especificaciones de la NOM-005-ASEA-2016 en papel​. En esta etapa se revisan los planos arquitectónicos, diagramas y memorias técnicas de la futura estación, así como estudios y análisis previos. Al término de la fase de diseño, la Unidad de Inspección evalúa documentos clave como el estudio de Análisis de Riesgos, el estudio de Mecánica de Suelos, el dictamen de instalaciones eléctricas, las memorias de cálculo de ingeniería, el levantamiento topográfico del sitio, el estudio de vientos dominantes, entre otros​. Todos estos insumos permiten confirmar que la ubicación, la distribución de equipos y las medidas de seguridad proyectadas (distancias de separación, sistemas de contención de derrames, ventilaciones, etc.) son adecuadas y cumplen la normatividad. Si todo es conforme, se emite el Dictamen de Diseño, el cual básicamente avala que el proyecto está bien concebido desde el punto de vista de seguridad industrial y ambiental. Este dictamen es indispensable para continuar a la siguiente etapa; de hecho, no se puede iniciar la construcción formal sin haber obtenido previamente un dictamen de diseño favorable​.

3.2 Dictamen de Construcción

El Dictamen de Construcción verifica que la estación de servicio se haya construido conforme al proyecto autorizado y a la NOM-005-ASEA-2016. Durante esta etapa, la Unidad de Inspección participa de manera presencial a lo largo del proceso de obra civil e instalación de equipos​. Se realizan visitas de inspección en campo de forma periódica para evaluar los avances y comprobar que todo lo que se está instalando corresponde a lo aprobado en el dictamen de diseño. Esto incluye verificar la ubicación exacta de tanques y dispensarios, las distancias de seguridad (por ejemplo, separación entre tanques, límites del predio y fuentes de ignición), la calidad y especificaciones de los materiales y equipos que se están incorporando, y la correcta implementación de sistemas de seguridad (como las tierras físicas, señalizaciones de advertencia, rutas de escape, extintores, etc.)​. Al finalizar la construcción, se llevan a cabo pruebas de pre-arranque y operatividad de todos los sistemas críticos – por ejemplo, pruebas de hermeticidad en tanques y tuberías, verificación del funcionamiento de válvulas de seguridad, alarmas de fuga, paros de emergencia, sistemas contra incendio, etc. – para asegurarse de que la estación puede operar de manera segura​. Solo tras constatar el cumplimiento pleno de las disposiciones de la norma en la obra terminada, la Unidad de Inspección emite el Dictamen de Construcción. Este dictamen es la constancia de que la estación fue construida correctamente y, junto con el de diseño, suele ser requerido para tramitar ante las autoridades la autorización de inicio de operaciones. La estación debe conservar ambos documentos (diseño y construcción) como respaldo técnico permanente​.

3.3 Dictamen de Operación y Mantenimiento

El Dictamen de Operación y Mantenimiento (a veces llamado dictamen de cumplimiento anual) se realiza una vez que la estación está en funcionamiento y debe obtenerse cada año durante toda la vida operativa de la instalación​. Su propósito es verificar de forma periódica que la estación sigue cumpliendo la NOM-005-ASEA-2016 en su operación cotidiana y en las tareas de mantenimiento preventivo/correctivo. Para emitir este dictamen, la Unidad de Inspección primero efectúa una revisión documental previa (por ejemplo, examina el programa anual de mantenimiento de la gasolinera, bitácoras de actividades, registros de inspecciones internas, resultados de pruebas recientes, etc.) y posteriormente realiza una o varias visitas de inspección en sitio​. En campo, los inspectores evalúan el estado actual de la estación: comprueban que los equipos se encuentren en buenas condiciones, que no existan fugas ni riesgos latentes, y que se estén aplicando correctamente las rutinas de mantenimiento y procedimientos de seguridad establecidos. Aspectos como la integridad de tanques y tuberías, el funcionamiento de los sistemas de detección de fugas, la ventilación adecuada de las áreas de almacenamiento, la disponibilidad y vigencia de extintores, las condiciones eléctricas seguras, el manejo de residuos peligrosos (combustible derramado, trapos contaminados, etc.), entre otros, son evaluados en este dictamen anual. Si la estación cumple con todos los requisitos operativos y de mantenimiento de la norma, se otorga el dictamen correspondiente al año en curso​. Cabe destacar que cada estación debe obtener un nuevo dictamen de operación y mantenimiento en el transcurso de cada año calendario​– en otras palabras, la vigencia de este dictamen es anual y se renueva mediante una nueva verificación año con año. Esto asegura una vigilancia continua: incluso después de varios años de inaugurada, la gasolinera sigue sujeta a evaluaciones periódicas que incentivan la mejora constante y la detección oportuna de desviaciones.

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4. Requisitos y Procedimientos

Para lograr la emisión favorable de los dictámenes en cada etapa, es necesario cumplir con diversos requisitos y procedimientos ante la Unidad de Inspección y las autoridades. A grandes rasgos, esto implica preparar y entregar cierta documentación técnica, someterse a evaluaciones especializadas y permitir las inspecciones de campo correspondientes. A continuación, se describen estos aspectos:

  • Documentación requerida: En la etapa de diseño, el regulado (propietario o responsable del proyecto) debe compilar un expediente técnico completo del proyecto. Este expediente incluye los planos arquitectónicos y de ingeniería de la estación (layout de tanques, ubicación de dispensarios, sistema de tuberías, instalaciones eléctricas y de tierra física, drenajes, etc.), junto con los estudios y dictámenes técnicos complementarios exigidos por la NOM-005-ASEA-2016. Entre la documentación mínima se encuentran: el Estudio de Análisis de Riesgos de la instalación, el Estudio de Mecánica de Suelos (para evaluar la estabilidad del subsuelo donde se instalarán los tanques), el Dictamen de Instalaciones Eléctricas conforme a la NOM-001-SEDE (que garantiza que el diseño eléctrico cumple con las disposiciones de seguridad para atmósferas flamables), las Memorias de Cálculo estructural y mecánico (ej. cálculo de espesores de tanques, esfuerzos de tuberías, sistemas de ventilación), el Estudio Topográfico del terreno y, si aplica, estudios especiales como el de vientos dominantes (importante para dispersión de vapores) o de batimetría/corrientes (en caso de estaciones marítimas)​. Adicionalmente, suele requerirse contar con la autorización de impacto ambiental emitida por ASEA para el proyecto y los permisos de uso de suelo municipales correspondientes, ya que son pre-requisitos normativos para construir una gasolinera (aunque estos últimos no forman parte del dictamen en sí, sí deben existir para proceder).

    En la etapa de construcción, la documentación se actualiza para reflejar la obra terminada. Es necesario proveer a la Unidad de Inspección los planos “As Built” o planos finales de construcción, resultados de pruebas realizadas a equipos (por ejemplo, resultados de pruebas de hermeticidad a tanques enterrados, certificaciones de calidad de soldaduras en tuberías, etc.), manuales y certificados de fábrica de los equipos instalados (tanques con especificación UL, válvulas, dispensarios, sistemas contra incendio), así como las bitácoras de construcción donde se registran eventos relevantes durante la obra. Toda esta documentación sirve de evidencia objetiva de que se usaron materiales aprobados y que la construcción siguió el proyecto autorizado.

    En la etapa de operación y mantenimiento, la documentación requerida se enfoca en demostrar el adecuado mantenimiento y control operacional de la estación. Esto incluye el Programa de Mantenimiento anual de la estación (que detalla las actividades de mantenimiento preventivo mensuales, trimestrales, etc., a equipos como dispensarios, bombas, tanques, válvulas, sistema eléctrico, extintores, etc.), las bitácoras o registros de mantenimiento efectivamente realizados (fechas de mantenimiento, qué se hizo, anomalías encontradas y corregidas), los registros de calibración y verificaciones volumétricas de dispensarios (aunque la calibración de bombas está normada por PROFECO bajo otra NOM, es información relevante para la operación segura), los formatos de control de inventarios de combustible diarios para detección de posibles fugas (conciliando volumen despachado vs. volumen recibido vs. existencias, según lineamientos de la norma), evidencias de la capacitación del personal en seguridad y atención de emergencias, y en general cualquier documento que demuestre que la estación opera bajo procedimientos seguros. Toda esta papelería debe estar organizada y disponible para la revisión del inspector durante el dictamen de operación.

 

  • Evaluaciones necesarias: Además de reunir documentos, la empresa regulada debe llevar a cabo ciertas evaluaciones técnicas como parte de su cumplimiento. Ya mencionamos el Análisis de Riesgos en la fase de diseño, el cual usualmente se ejecuta conforme a metodologías establecidas (HAZOP, árbol de fallas, etc.) y debe identificar escenarios de peligro en la estación (fugas, incendio, explosión) y proponer medidas de mitigación. Este análisis es evaluado por la Unidad de Inspección para verificar que los riesgos están adecuadamente acotados conforme a la norma. Otra evaluación importante es la prueba de hermeticidad de tanques y tuberías (hydrostatic testing o métodos equivalentes), generalmente requerida antes de entrar en operación: con ella se comprueba que no haya filtraciones en los contenedores de combustible. La NOM-005-ASEA-2016 exige que se realicen este tipo de pruebas periódicamente y también monitoreos constantes durante la operación para detectar cualquier fuga. Por lo tanto, el regulado debe asegurarse de contratar laboratorios o personal calificado para ejecutar dichas pruebas y análisis, cuyos resultados serán parte del expediente que revisará la Unidad de Inspección. Adicionalmente, se evalúa el cumplimiento de normas relacionadas: por ejemplo, que las instalaciones eléctricas cumplan NOM-001-SEDE (lo certifica un perito electricista), que los recipientes sujetos a presión (si hubiera compresores de aire, etc.) cumplan NOM-020-STPS, que se tengan evidencias de la correcta disposición de residuos peligrosos conforme a normatividad ambiental, etc. Estas evaluaciones complementarias integran el panorama completo de cumplimiento normativo que el dictamen debe constatar.

 

  • Inspecciones en campo: Una parte medular del procedimiento son las inspecciones físicas en la estación por parte de la Unidad de Inspección. En el dictamen de diseño, la inspección es primordialmente de gabinete (documental), aunque en algunos casos el inspector podría visitar el terreno para familiarizarse con las condiciones del sitio (emplazamiento, colindancias) antes de emitir su dictamen. No obstante, es en los dictámenes de construcción y de operación donde las visitas de campo son obligadas y críticas. Durante la construcción, los inspectores realizan recorridos de obra en distintos hitos del proyecto para observar de primera mano cómo se están implementando los elementos del diseño​. Su presencia permite constatar, por ejemplo, que la excavación y colocación de los tanques se haga correctamente (con su cama de material selecto, recubrimientos anticorrosivos, sistemas de doble contención si aplica), que la tubería enterrada cuente con las protecciones requeridas, que los dispensarios queden ubicados según el plano aprobado, que los sistemas eléctricos en áreas clasificadas utilicen equipos a prueba de explosión, etc. Cada hallazgo se registra en listas de verificación y, si hubiera desviaciones, se emiten programas de incumplimiento que la empresa debe corregir antes de continuar. Al final de la obra, la inspección concluye con las pruebas de funcionalidad de todos los sistemas (por ejemplo, verificar in situ que al simular una fuga el sensor de alarma opere, o que el paro de emergencia corte la energía a las bombas, etc.).

    En la fase de operación, la inspección anual en sitio suele incluir un recorrido por todas las áreas de la estación: la zona de tanques (para revisar condiciones de limpieza, ventilación de la fosa, estado de tuberías de venteo, ausencia de corrosión o fugas), la zona de despacho (revisando dispensarios, mangueras, estado de las islas, señalamientos visibles de “No fumar”, botiquín y extinguidores presentes y vigentes), la casa de bombas o cuarto de controles (orden y funcionamiento seguro de sistemas eléctricos y de control), así como áreas administrativas (donde se revisan los documentos, planes de respuesta a emergencias, etc.). El inspector comprobará que se esté dando cumplimiento al Programa de Mantenimiento: por ejemplo, que se hayan realizado las inspecciones mensuales a los tanques para detección de agua en fondo, que se efectúen las pruebas anuales de hermeticidad, que los dispensarios tengan mantenimiento preventivo, y que cualquier anomalía detectada haya sido atendida. También se verifica que la estación cuente con su SASISOPA (Sistema de Administración en Seguridad Industrial, Seguridad Operativa y Protección Ambiental) implementado, ya que es otra obligación regulatoria complementaria. Finalizada la visita, la Unidad de Inspección emite un dictamen técnico que resume los resultados: si todo es conforme, el dictamen indicará cumplimiento total; si hubo hallazgos menores subsanables, podría emitirse condicionado a que se atiendan (según criterios de ASEA); y si existen incumplimientos graves, se negará el dictamen hasta que se corrijan. El procedimiento termina cuando el regulado recibe el dictamen firmado por la Unidad de Inspección, el cual deberá guardar y enviar a la autoridad según aplique.

5. Cumplimiento Normativo y Sanciones

El dictamen de la NOM-005-ASEA-2016 no es solo una buena práctica, sino un mandato legal. Su cumplimiento está respaldado por diversos marcos jurídicos: la Ley de Hidrocarburos, la normatividad ambiental y de seguridad industrial, y los reglamentos de ASEA. La Agencia de Seguridad, Energía y Ambiente (ASEA) es el organismo encargado de emitir esta NOM y de vigilar su observancia; cuenta con facultades de inspección, verificación y sanción sobre las estaciones de servicio en materia de seguridad industrial y ambiental. Por su parte, la Comisión Reguladora de Energía (CRE), que otorga los permisos de expendio al público de combustibles, integra dentro de las obligaciones del permisionario el presentar evidencia anual del cumplimiento de la NOM-005-ASEA-2016. De hecho, los permisionarios deben remitir a la CRE el dictamen de operación y mantenimiento cada año (por vía electrónica, en el apartado de “Documentos Anuales” del sistema de obligaciones de la CRE), típicamente durante el primer trimestre del año posterior al evaluado​. Esta coordinación entre ASEA y CRE asegura que una estación no solo tenga el dictamen, sino que lo informe oficialmente, quedando registro en el expediente de su permiso.

El incumplimiento de las obligaciones de la NOM-005-ASEA-2016 conlleva sanciones severas. ASEA cuenta con la facultad de imponer medidas como multas económicas, clausuras parciales o totales, y en casos extremos puede iniciar la revocación del permiso en coordinación con CRE. Las multas específicas dependerán de la gravedad de la infracción (no es lo mismo un ligero retraso en el dictamen anual que operar por completo sin los dictámenes obligatorios). No obstante, se advierte que las sanciones pueden llegar a ser muy elevadas. Por ejemplo, no contar con el Dictamen de Operación y Mantenimiento vigente puede hacer a la empresa acreedora a sanciones, multas e incluso la clausura de la estación de servicio​. En la práctica, se ha informado de rangos de multas que van desde cientos de miles de pesos hasta varios millones: gasolineras con incumplimientos serios enfrentan multas del orden de $800 mil a $5 millones de pesos por parte de las autoridades competentes​. Adicionalmente, una estación clausurada por ASEA o con el permiso suspendido por CRE deja de operar, lo que implica pérdidas significativas por cada día de inactividad y costos adicionales para corregir las faltas.

Es importante destacar que ASEA normalmente no otorga prórrogas para el cumplimiento de esta normatividad​. Cada estación debe ser proactiva en obtener sus dictámenes en los plazos establecidos; de lo contrario, queda expuesta a inspecciones sorpresa donde, si no puede mostrar un dictamen vigente, podría ser objeto de sanción inmediata. Las autoridades han adoptado una postura estricta para fomentar la “cultura del cumplimiento” en el sector​. En síntesis, cumplir con la NOM-005-ASEA-2016 no es opcional: es un deber legal cuyo incumplimiento conlleva consecuencias que pueden comprometer la viabilidad del negocio. Por ello, es vital que los gasolineros integren este dictamen en su planeación anual y lo atiendan con la debida anticipación.

En cuanto a los organismos responsables, vale la pena mencionar que las evaluaciones deben ser realizadas por Terceros Autorizados. Las Unidades de Inspección que emiten los dictámenes de esta NOM son empresas acreditadas por la Entidad Mexicana de Acreditación (ema) y aprobadas formalmente por ASEA​. Esto garantiza que cuentan con personal competente y técnicamente calificado, así como con independencia e imparcialidad en sus dictámenes. El regulado no puede simplemente “autodictaminarse”; debe contratar a una Unidad de Inspección externa autorizada. ASEA lleva un registro de dichas Unidades autorizadas, y también puede auditar su desempeño para asegurar que aplican correctamente la norma. Así, el andamiaje institucional – ASEA supervisando a los verificadores y a los permisionarios, y CRE condicionando permisos al cumplimiento – proporciona certeza de que el cumplimiento normativo se verifique de manera homogénea y rigurosa en todo México.

6. Beneficios del Dictamen

Aunque a primera vista el dictamen pudiera verse solo como una obligación, en realidad aporta beneficios importantes para las estaciones de servicio que van más allá de simplemente “evitar multas”. Al cumplir con la NOM-005-ASEA-2016 y obtener sus dictámenes en tiempo y forma, el permisionario obtiene ventajas como:

  • Mayor seguridad operativa: El proceso de verificación anual y las correcciones que de él se derivan se traducen en una operación más segura. Los dictámenes ayudan a identificar áreas de oportunidad en las instalaciones o procesos que quizá pasarían inadvertidos. Por ejemplo, la revisión de un inspector podría detectar una válvula de alivio defectuosa o la ausencia de señalización en un punto crítico, y al corregirlo se está previniendo un posible accidente. En esencia, el dictamen funciona como un diagnóstico periódico de la “salud” de la estación, asegurando que todos los sistemas de seguridad estén funcionando. Esto protege tanto a los trabajadores de la estación como a los clientes que acuden a cargar combustible, reduciendo la probabilidad de incidentes. En palabras de expertos, la implementación de medidas estrictas de la norma “garantiza mejores condiciones de seguridad y evita desgracias”​, lo cual redunda en un ambiente de trabajo más seguro y en la confianza del público.

 

  • Cumplimiento de la legislación ambiental: Un beneficio claro es la protección al medio ambiente. Al seguir las pautas de la NOM-005-ASEA-2016, la estación minimiza la contaminación por hidrocarburos: se evitan derrames al suelo y agua, se controlan las emisiones evaporativas de compuestos orgánicos volátiles, y se manejan apropiadamente los residuos peligrosos. Tener los dictámenes en regla significa que la estación ha pasado por evaluaciones que confirman que, por ejemplo, sus tanques no tienen fugas, que cuenta con sistemas de detección de fugas, bandejas o sistemas de contención para derrames en zonas de carga y descarga, planes de respuesta a emergencias ambientales, etc. Todo ello reduce significativamente el impacto ambiental de la actividad gasolinera. Más allá de evitar sanciones ecológicas, esto beneficia a la comunidad: menos riesgo de suelos contaminados, aguas subterráneas limpias y aire más puro alrededor de la estación. Desde el punto de vista reputacional, una empresa que cumple con sus obligaciones ambientales suele gozar de mejor aceptación social. Hoy en día, muchos clientes valoran que las empresas operen de forma sustentable, por lo que el dictamen también es una evidencia tangible del compromiso ambiental de la gasolinera.

 

  • Protección de la inversión y continuidad del negocio: Cumplir con la NOM-005-ASEA-2016 y obtener el dictamen es, en última instancia, proteger la inversión realizada en la estación. Montar una gasolinera implica millones de pesos en terrenos, construcción, equipos y trámites; todo ese capital se pone en riesgo si la estación es clausurada por incumplimiento. Al contar con los dictámenes, el empresario se blinda contra esa posibilidad, evitando interrupciones en la operación y pérdida de ingresos. Además, la certificación anual de cumplimiento puede ser un factor que facilite trámites o convenios: por ejemplo, para renovar pólizas de seguro de responsabilidad civil, las aseguradoras pueden mirar con buenos ojos que la estación esté al día con sus dictámenes, incluso algunas lo pueden llegar a exigir o reconocer con primas más bajas por tener menor riesgo. Asimismo, en procesos de venta o franquicia, tener todos los documentos normativos en orden (incluidos los dictámenes) incrementa el valor del negocio y evita contingencias legales en transferencias. En pocas palabras, el dictamen actúa como un “sello de garantía” de que la estación opera bajo estándares reconocidos, lo que brinda certeza a propietarios, socios, aseguradoras, autoridades y al público de que la gasolinera es confiable. Como indicamos antes, ese sello también evita los costos que tendría un accidente mayor (lesiones, daño a instalaciones, litigios), que podrían ser catastróficos financiera y reputacionalmente. Es preferible invertir en mantenimiento y verificación preventiva, que enfrentar luego las consecuencias de un siniestro.

En conjunto, estos beneficios hacen que el dictamen no deba verse solo como una carga regulatoria, sino como una herramienta de gestión de la seguridad y calidad operativa. De hecho, estaciones de servicio que integran adecuadamente la normatividad (incluyendo la NOM-005-ASEA-2016) tienden a operar de forma más eficiente y ordenada, lo cual puede mejorar incluso su desempeño económico a largo plazo. Cumplir con la norma impulsa a documentar procesos, capacitar al personal y mantener instalaciones óptimas, lo que redunda en menos paros imprevistos y en un servicio confiable a sus clientes.

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7. Casos de Uso y Ejemplos Prácticos

La aplicación del dictamen bajo NOM-005-ASEA-2016 es amplia y abarca diferentes tipos de estaciones de servicio y escenarios operativos. A continuación, se describen algunos casos prácticos de cómo se implementa este proceso en la realidad:

  • Nueva estación de servicio (expendio al público): Supongamos que un empresario planea abrir una nueva gasolinera para venta al público. Desde la etapa de proyecto, deberá incorporar la verificación de diseño a su plan. Contrata a una Unidad de Inspección acreditada, la cual revisa los planos y estudios; tras algunas correcciones, obtiene el Dictamen de Diseño que avala su proyecto. Con ese visto bueno, inicia la construcción de la estación. Durante los meses de obra, el inspector realiza visitas periódicas: por ejemplo, verifica la correcta instalación de tres tanques subterráneos de gasolina doble pared, constata que el área de llenaderos tenga su trampa para derrames y que las distancias a la vía pública cumplen lo establecido. Al finalizar, asiste a las pruebas de arranque: prueba los sistemas electrónicos de detección de fugas y simula una parada de emergencia. Todo funciona bien, por lo que emite el Dictamen de Construcción. Con ambos dictámenes en mano, el empresario tramita ante CRE el permiso final y abre su gasolinera al público. A partir de entonces, agenda cada año la visita de la Unidad de Inspección para el Dictamen de Operación y Mantenimiento. Por ejemplo, en su primer año de operación, el inspector verifica que el sistema de tierra física se midió y está dentro de parámetros, que el personal realizó los recorridos mensuales de seguridad, y que no hay corrosión en los accesorios de los tanques. El dictamen anual se obtiene sin contratiempos y se envía copia a CRE en el plazo requerido. Este ciclo se repetirá anualmente. Así, una nueva estación integra desde sus inicios el proceso de dictaminación en su modelo de negocio y mantiene su cumplimiento año con año de forma rutinaria.

 

  • Estación existente con cambio de imagen o remodelación: Ahora pensemos en una estación de servicio ya existente (por ejemplo, una gasolinera independiente que será convertida a franquicia de una marca reconocida). Al planear la remodelación, que incluye cambiar tanques antiguos por nuevos de mayor capacidad y modernizar los dispensarios, la estación debe volver a pasar por las etapas de diseño y construcción respecto a esas modificaciones. Es decir, aunque ya tenía dictámenes de su construcción original, el alcance de la obra nueva requiere actualizar la conformidad. Se elabora un proyecto de modificación y se obtiene un Dictamen de Diseño para la remodelación, asegurando que los nuevos tanques cumplen las normas (p. ej., tanques con certificación UL-58/UL-1746) y que los nuevos despachadores se ubicarán respetando distancias a postes eléctricos existentes, etc. Durante la obra de cambio de tanques, el inspector verifica la limpieza y desgasificación de los tanques viejos retirados, la correcta disposición de los mismos, y supervisa la instalación de los nuevos verificando soldaduras, pruebas neumáticas y que el sistema de tubería doble contención quede bien montado. Finalmente, tras pruebas de hermeticidad satisfactorias, se emite el Dictamen de Construcción de la remodelación. Con esto, la estación puede operar con sus nuevos equipos. Posteriormente, seguirá su esquema regular de dictamen anual de operación, pero ahora considerando también los nuevos componentes instalados. Este ejemplo muestra que las obligaciones de dictamen aplican no solo a estaciones nuevas, sino también cuando hay ampliaciones o modificaciones mayores en una estación existente. Cada cambio significativo debe estar respaldado por sus respectivos dictámenes para continuar en cumplimiento.

 

  • Estación de autoconsumo (uso privado): La NOM-005-ASEA-2016 también aplica a las “estaciones de servicio para autoconsumo”​, es decir, aquellas instalaciones de expendio de combustible que no venden al público general sino que surten a flotas vehiculares de una empresa o entidad (por ejemplo, la estación de diésel dentro de la terminal de autobuses de una compañía, o la estación interna de gasolina de una empresa de logística para su propia flota). Un caso práctico: una empresa de transporte instala en su patio una pipa estacionaria y un dispensador para cargar diésel a sus camiones. Aunque no es una gasolinera pública, esta instalación debe cumplir igualmente con la NOM-005-ASEA-2016 y someterse a dictámenes. La empresa contrata a una Unidad de Inspección que realiza el dictamen de diseño de su estación de autoconsumo, revisando por ejemplo que el tanque esté apartado de edificios y cercado perimetralmente, que tenga dique de contención, y que exista un análisis de riesgos de la operación. Tras la construcción (que puede ser más sencilla pero con los mismos principios de seguridad), obtiene su dictamen de construcción. Luego, cada año, en paralelo a su operación, recibe al inspector para el dictamen de operación y mantenimiento. El inspector verifica, por ejemplo, que el operador de la estación de autoconsumo lleve registros de las entregas de combustible, que cuenta con extintores cargados y con un plan de atención de emergencias. Al ser autoconsumo, tal vez el trámite ante CRE no sea aplicable (pues no hay “permiso CRE” en algunos casos de autoconsumo puro), pero ASEA sí exige los dictámenes para asegurar que incluso en instalaciones privadas se proteja la seguridad y el ambiente. Este caso ilustra que el dictamen no distingue el tipo de usuario final: cualquier instalación fija que almacene y suministre gasolina o diésel, sea pública o privada, pequeña o grande, debe certificarse conforme a la NOM-005-ASEA-2016.

 

  • Ejemplo de detección de incumplimiento y mejora: Como ejemplo final, consideremos una estación rural que por desconocimiento no obtuvo su dictamen anual el año pasado. Durante una visita de ASEA, se detecta esta falta y se procede a clausurar temporalmente la estación hasta que obtenga el dictamen. El dueño de la estación inmediatamente contrata a una Unidad de Inspección, quien realiza la verificación. En el proceso, encuentran algunas deficiencias: faltaba la bitácora de revisión mensual de fugas y algunos señalamientos de seguridad estaban deteriorados. El inspector elabora un listado de incumplimientos; el dueño subsana estos puntos en unas semanas (instala nuevos señalamientos, implementa el formato de bitácora e instruye al personal en llenarlo). Una vez corregido, la Unidad de Inspección emite el Dictamen de Operación y Mantenimiento pendiente. Con ese dictamen, el propietario gestiona el levantamiento de la clausura presentando la evidencia a ASEA. La estación reanuda operaciones, ahora cumpliendo plenamente. Este ejemplo, lamentablemente común en algunas regiones, demuestra la importancia de mantenerse al día: cerca del 20-25% de las gasolineras llegaron a rezagarse en trámites ambientales y de seguridad en años recientes, enfrentando riesgos de clausura​. Sin embargo, una vez que regularizan sus dictámenes, no solo evitan sanciones sino que operan con mayor orden. La lección es clara: es mejor cumplir en tiempo y forma que tener que reaccionar ante una sanción.

En todos estos casos, podemos apreciar que el dictamen NOM-005-ASEA-2016 es una pieza central del funcionamiento legal y seguro de las estaciones de servicio en México, ya sea que hablemos de nuevas inversiones, de la operación rutinaria, o de modernizaciones y casos especiales. El procedimiento se adapta a las circunstancias de cada proyecto, pero siempre conservando el objetivo común de verificar que se respeten los estándares de seguridad y ambiente.

8. Frecuencia de Renovación y Costos Estimados

Como se ha mencionado, la frecuencia de renovación del dictamen depende de la etapa de que se trate. Los dictámenes de Diseño y de Construcción son trámites únicos por proyecto: se obtienen una sola vez para una nueva estación o por cada modificación mayor de la misma. En cambio, el dictamen de Operación y Mantenimiento tiene una vigencia limitada de un año y por ello debe renovarse anualmente durante toda la vida de la estación​. La norma indica “cada año calendario”, lo que típicamente se interpreta como al menos una vez dentro de cada año; por ejemplo, si una estación obtuvo su dictamen de operación 2024 en marzo de 2024, deberá obtener el dictamen 2025 antes de marzo de 2025, y así sucesivamente, de modo que nunca quede un año sin evaluación. Muchas empresas procuran programar la visita anual siempre en el mismo mes (p.ej. cada enero) para mantener orden. Es fundamental no dejar vencer el año sin dictamen, pues como vimos ASEA no concede extensiones y una vez que expire el periodo, la estación estaría fuera de cumplimiento. Conviene planificar con anticipación la verificación anual, asegurándose de agendar a la Unidad de Inspección con tiempo suficiente.

Una duda común es cuánto cuesta cumplir con estos dictámenes. Los costos estimados pueden variar dependiendo de la Unidad de Inspección contratada, la ubicación y tamaño de la estación, y si se trata de una nueva dictaminación o de una renovación anual sencilla. 

Por su parte, el Dictamen de Operación y Mantenimiento anual tiene un costo bastante más accesible y pueden cambiar con el tiempo o según la empresa verificadora, pero sirven para dimensionar la inversión requerida. Adicionalmente, puede haber costos extra de viáticos si la estación está en una zona remota o si se requieren visitas adicionales; por ejemplo, una tarifa típica por visita adicional en construcción u operación ronda los $2,300 MXN por desplazamiento​.

En cuanto a la renovación, vale reiterar que no existe como tal un “refrendo” automático: cada año es un nuevo dictamen que requiere una nueva evaluación in situ. Por ello, algunas estaciones establecen contratos multianuales con las Unidades de Inspección para asegurar el servicio año con año a un costo pactado. Otras prefieren cotizar cada año con distintas unidades buscando economía; ambas estrategias son válidas siempre y cuando se asegure que la unidad esté debidamente acreditada en ese momento. También se recomienda estar pendientes de cualquier actualización normativa: si en el futuro la NOM-005-ASEA-2016 es sustituida o modificada, habría que atender los nuevos requerimientos (por ejemplo, recientemente surgieron normas similares para gas LP, etc., pero en petrolíferos la NOM-005-ASEA-2016 sigue vigente). Actualmente, la vigencia de la norma es indefinida y su cumplimiento anual seguirá siendo exigible mientras la autoridad no indique lo contrario.

9. Consideraciones Técnicas y Operativas

Al encarar el proceso de dictaminación conforme a la NOM-005-ASEA-2016, conviene tener en cuenta algunas consideraciones técnicas y operativas clave que facilitan el cumplimiento y la obtención exitosa del dictamen:

  • Selección de la Unidad de Verificación: Asegúrese de contratar a una Unidad de Inspección acreditada y aprobada para esta norma. Es recomendable verificar el registro de Unidades autorizadas por ASEA y elegir una con experiencia y buenos antecedentes. Esto brinda confianza de que el proceso se llevará con profesionalismo y de que el dictamen será reconocido sin problemas por las autoridades. Recuerde que la unidad debe ser independiente (Tipo “A”) y contar con personal competente en las áreas de ingeniería civil, mecánica, eléctrica y ambiental aplicables​.

    Un buen verificador también podrá orientar sobre cómo cumplir mejor los requisitos, sin comprometer su imparcialidad.

  • Planeación del proyecto y construcción: Desde la etapa de diseño, involucrar a especialistas con conocimiento de la NOM-005-ASEA-2016 puede prevenir retrabajos. Por ejemplo, arquitectos e ingenieros deben diseñar la estación considerando a priori las distancias de seguridad mínimas a linderos, escuelas, fuentes de ignición, etc., que pide la norma. Igualmente, seleccionar equipos certificados (tanques con norma UL, tuberías listadas para uso en combustibles, dispensarios aprobados) facilitará pasar la inspección, pues la norma exige que el equipo crítico cumpla ciertos estándares reconocidos​. Durante la construcción, es fundamental llevar un buen control de calidad y documentación: tomar fotografías de las instalaciones antes de enterrar tuberías, mantener certificados de cada material, anotar en bitácora las pruebas realizadas. Todo esto servirá como evidencia en el dictamen. Coordinar con la Unidad de Inspección las visitas en momentos adecuados (antes de tapar zanjas, antes de cargar combustible por primera vez, etc.) asegurará que nada importante quede sin revisar.

 

  • Mantenimiento preventivo y registros operativos: En la operación diaria, la mejor estrategia para cumplir en la verificación anual es implementar fielmente un programa de mantenimiento y llevar registros detallados. La norma explícitamente requiere que el permisionario monitoree continuamente sus instalaciones para evitar fugas o derrames. Esto implica, por ejemplo, realizar inspecciones visuales frecuentes a los tanques y tuberías, vigilar el sistema de detección de fugas (si se enciende una alarma, atenderla de inmediato), y llevar un control de inventarios de combustible minucioso para detectar discrepancias. Mensualmente, se deben hacer recorridos de seguridad verificando puntos como: estado de válvulas, condición de mangueras, funcionamiento de luces de advertencia, limpieza de la estación, etc., registrando todo en formatos o bitácoras. Estos registros serán revisados por la Unidad de Inspección, y demuestran la cultura de seguridad de la empresa. En caso de encontrar durante el año alguna condición anómala (ej. se activa un sensor de fuga, o se observa corrosión en un tanque), es esencial corregirla de inmediato y dejar evidencia de la corrección (reparación, cambio de componente, etc.). Llegar a la inspección anual con todos los mantenimientos al día y con un historial documentado de las actividades hechas facilita enormemente la obtención del dictamen. Además, es útil realizar auto-auditorías internas unos meses antes del dictamen, empleando la misma lista de verificación que usaría la Unidad de Inspección, para identificar y solventar con tiempo cualquier detalle.

 

  • Aspectos técnicos críticos a verificar: La NOM-005-ASEA-2016 contiene muchos requisitos, pero hay ciertos puntos críticos en los que típicamente se enfoca la inspección. Algunos de ellos son: la integridad de los tanques de almacenamiento (deben ser de doble pared o tener sistema secundario de contención y estar protegidos contra corrosión, y las pruebas de hermeticidad deben indicar cero fugas), la clasificación de áreas y equipos eléctricos (las zonas donde pueda haber gases inflamables deben tener instalaciones a prueba de explosión conforme a NOM-001-SEDE, esto suele ser verificado mediante el dictamen eléctrico presentado y las observaciones en sitio), la ventilación adecuada de los tanques y el sistema de recuperación de vapores (si aplica, especialmente en gasolinas), la presencia de un sistema de detección de fugas tanto en tanques como en tuberías presurizadas​, y la disponibilidad de equipo contra incendios (extintores suficientes, en buen estado y vigentes; botiquín de primeros auxilios; señalética de salida de emergencia y punto de reunión; alarma sonora). También es crítico el cumplimiento de las distancias de seguridad: por ejemplo, la separación entre el tanque y la oficina, o entre los ventiladeros y edificios altos; estos datos se cotejan con el plano de diseño y se miden en campo​. Cualquier construcción adicional no contemplada (un local comercial adosado, etc.) podría violar distancias y generar no conformidades, por lo que hay que cuidar no introducir cambios físicos sin análisis previo. Adicionalmente, se verifica el sistema de drenaje pluvial y residual de la estación: la norma pide que las aguas de escurrimiento potencialmente contaminadas (por derrames en islas) pasen por trampas o separadores antes de descargar al alcantarillado, y que no haya conexiones indebidas. En resumen, los inspectores revisan que cada elemento técnico de la estación cumpla su función de forma segura. Tener en mente estos puntos ayuda al operador a priorizar sus esfuerzos de mantenimiento en lo que más importa para la seguridad.

 

  • Cumplimiento documental y legal: Otro aspecto operativo importante es mantener actualizados todos los documentos y permisos relacionados. El dictamen no sustituye, por ejemplo, a la Licencia de Funcionamiento municipal, ni a la autorización ambiental (MIA) de ASEA, ni al plan SASISOPA; más bien, son piezas complementarias. Si bien la NOM-005-ASEA-2016 se enfoca en las condiciones físicas y operativas, los inspectores pueden pedir ver la documentación legal de soporte (por ejemplo, el acta constitutiva de la empresa para verificar el nombre del permisionario, el permiso CRE vigente, la póliza de seguro de responsabilidad, la autorización de impacto ambiental de ASEA, etc.). Tener todo en regla y a la mano agiliza el dictamen. En especial, la estación debe conservar en sitio los dictámenes previos y expedientes técnicos asociados: la norma exige conservar copia del dictamen de diseño con toda la documentación evaluada, conservar el dictamen de construcción, y obviamente el más reciente dictamen de operación y mantenimiento​. Esto porque en cualquier inspección de ASEA, se solicitará ver estos documentos. Un error sería archivar el dictamen en oficinas centrales lejos de la estación; siempre debe haber una copia accesible en la propia estación de servicio, preferiblemente en un folder identificado como «Dictámenes NOM-005». De igual forma, llevar un calendario de obligaciones (presentación ante CRE en marzo, renovación del seguro, cursos de capacitación, etc.) evitará que alguna fecha tope pase desapercibida.

 

  • Atención de no conformidades: Si durante el proceso de inspección la Unidad de Inspección detecta no conformidades o incumplimientos, es crucial tomarlos con la mayor seriedad y atenderlos prontamente. La Unidad de Inspección generalmente entregará un reporte o lista de verificación donde se indican los hallazgos. Algunos podrán corregirse en el momento (ejemplo: falta colocar una señal de «Prohibido fumar», algo que se puede subsanar rápidamente), mientras que otros requerirán acciones más elaboradas (ejemplo: si se halla corrosión en un tanque, puede requerir vaciarlo y repararlo, o si un extintor está vencido, re-cargarlo o reemplazarlo). El dictamen no se emitirá favorablemente hasta que se cierren los hallazgos críticos, por lo que conviene actuar con diligencia. Mantener comunicación abierta con la Unidad de Inspección es útil; a veces se puede acordar un tiempo breve para solventar y que el inspector regrese a verificar la corrección. Una buena práctica es documentar la corrección de cada hallazgo (con fotos, informes de trabajos realizados, facturas de equipo nuevo, etc.) y entregarle esas evidencias al inspector, de modo que queden incluidas en el expediente. Esto no solo satisface el proceso, sino que demuestra una actitud proactiva de mejora continua ante la autoridad.

 

  • Actualización y capacitación del personal: Finalmente, un aspecto operativo clave es la capacitación del personal de la estación en temas de seguridad y normatividad. Todo el personal, desde los gerentes hasta despachadores, debe entender la importancia de operar conforme a las normas. Capacitar regularmente al equipo en manejo seguro de combustibles, respuesta a emergencias (por ejemplo, qué hacer en caso de un derrame o incendio incipiente), uso de extintores, y procedimientos de contingencia forma parte de las obligaciones (muchas veces esto se documenta en el SASISOPA). Un personal bien entrenado cometerá menos errores que puedan conducir a situaciones de riesgo o incumplimiento. Además, durante la inspección anual, es común que el inspector entreviste a algunos empleados o los observe en sus labores, y se nota cuando están conscientes de las medidas de seguridad (p.ej. usando equipo de protección al manejar boquillas, o sabiendo cómo activar el paro de emergencia). Esto influye positivamente en la evaluación. Por otra parte, los responsables técnicos de la estación deben mantenerse al día con cambios normativos: asistir a cursos, seminarios o asesorarse con especialistas. La NOM-005-ASEA-2016 podría tener modificaciones en el futuro, o surgir nuevas guías de ASEA (criterios técnicos) que complementen la norma – tal como ASEA ha emitido criterios para tanques, análisis de riesgo, etc. Estar enterado de estas publicaciones ayuda a anticipar requisitos nuevos o más estrictos. En esencia, la mejora continua en seguridad debe asumirse como parte de la cultura organizacional de la estación.

En conclusión.

El Dictamen NOM-005-ASEA-2016 debe abordarse de manera integral: no solo es un trámite anual, sino un proceso continuo de verificación y mejora. Si el permisionario considera todas estas cuestiones técnicas y operativas en su gestión diaria, el cumplimiento de la norma será mucho más sencillo y natural, y los dictámenes se obtendrán sin contratiempos, reflejando el compromiso de la empresa con la seguridad industrial, la protección ambiental y la calidad operativa en las estaciones de servicio de combustibles líquidos en México.

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